Allá arriba en aquel alto,
donde nace la quebrada
había un monte muy bonito
y el agua nunca faltaba.
Pero un hombre irresponsable
tumbó el monte y lo quemó,
ya no hay pájaros ni leña,
la cañada se secó.
La gente al verse sin agua,
matas de monte sembró,
volvieron los pajaritos
y el agua también volvió.
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